La Sierra de Almijara encierra muchos y muy
variados paisajes. A nuestro parecer los Tajos del Almendrón atesoran
majestuosidad, espectacularidad e imponente grandiosidad. Ascender hasta su
cima, desde donde contemplar los vertiginosos
precipicios abiertos por la cuenca del río Chillar, con sus paredes verticales que pueden alcanzar los 1.000 m de desnivel o el poder escalar el pico piramidal que constituye su hermano menor el Almendrín también llamado Torre del Almendrón, son suficientes valores como para enrolarse en el proyecto.
precipicios abiertos por la cuenca del río Chillar, con sus paredes verticales que pueden alcanzar los 1.000 m de desnivel o el poder escalar el pico piramidal que constituye su hermano menor el Almendrín también llamado Torre del Almendrón, son suficientes valores como para enrolarse en el proyecto.
Aun así incluye otros; poder
caminar por la ancestral vereda de las Minas; contemplar en los tajos más
inaccesibles las bocas de las antiguas explotaciones mineras donde se explotaba
la galena y el amianto (tremolita); aspirar los aromas de la sierra;
identificarse con el sufrimiento que suponía el penoso transporte de estos
minerales en sacos cargados en acémilas hasta la Fuente del Esparto donde eran
lavados, para después llevarlos hasta la fábrica de plomo de Burriana desde
donde se embarcaba. Todo esto constituye en si mismo casi un viaje iniciático
y, sin duda es suficiente atractivo para hacerte conectar con anhelo al
proyecto.
Este octubre de 2011 cumplimos con otro de
nuestros propósitos, hollar la cumbre del Almendrón, contemplar sus paisajes y
patear sus senderos.
La aproximación la hacemos por la autopista A7
desde Motril tomando la salida de Nerja-Cuevas de Nerja. Tomamos dirección a
las cuevas de Nerja. Justo a su entrada y por nuestra izquierda, parte una
pista que en unos 5 kilómetros nos acerca hasta el área recreativa del
Pinarillo, donde podremos dejar los vehículos.
Tras cumplir con nuestras obligaciones
laborales en la jornada, llegamos algo tarde al Pinarillo (465 m – 11:55 h –
0,0 km – 0:00 h). El día nos ofrece un ambiente cambiante. Entre un luminoso y
cálido sol acechan grandes y amenazantes cúmulos de densas nubes con las que
juega al escondite la luz. Con premura iniciamos el camino tomando dirección
norte por una amplia pista que bordea el Barranco de la Coladilla hasta la
Fuente del Esparto. En nada y menos el carril cruza el curso del barranco.
Justo en este punto abandonamos la pista para adentrarnos por el lecho seco del
cauce. Nos internamos en el espectacular Barranco de Cazadores. Un bosquecillo
de eucaliptos a ambos lados ocultan vistosos abrigos y pequeñas cuevas. A
medida que nos introducimos, los paisajes se tornan más imponentes. Las paredes
verticales nos empequeñecen y nos encierran en su sombreado lecho. Su fisonomía
transversal en valle cerrado aparece encajado en un perfil en U abierta. Un
espectacular valle donde en las épocas de las glaciaciones se acumularon cortos
glaciares que, en el caso de este barranco, descendía hasta los 700 m de
altitud.
Antes de que el barranco gire bruscamente hacia
levante, por nuestra izquierda (seguir los hitos de piedra), parte un empinado
sendero que conecta el lecho del
cauce con un sugestivo sendero conocido como
“vereda de las Minas”. La vereda perfila, por la izquierda y a media altura, el
Barranco de Cazadores.
Nos ofrece estupendas vistas de la misma torrentera y
los precipicios vecinos. En una especie de balcón nos detenemos (970 m – 13:34
h – 3,6 km – 1:39 h). Comemos algo de fruta y sacamos muchas fotografías. Vemos
por poniente los altos Tajos del Almendrón (1.514 m), con el Almendrín (1.335
m) y el paso de La Puerta (1.122 m). A nuestro frente la Maceta (1.326 m), con
sus imponentes acantilados verticales que descansan sobre el mismo lecho del
barranco. Continuamos con premura, el camino es largo y penoso de andar.
El
sendero zigzaguea por la ladera para introducirse por una torrentera donde
encontramos otro cruce señalado con hitos de piedra (1.055 m – 14:22 h – 4,15
km – 2,27 h).
Tomamos la izquierda, dirección oeste hacia el Nido del Buitre.
El sendero se introduce entre la espesa vegetación atravesando un carrascal
bajo y algo cerrado. Zigzaguea ascendiendo con rapidez para alcanzar la
suficiente altura donde la vegetación clarea y se empequeñece. Dejamos atrás el
bosque y el horizonte se expande. Por nordeste la Navachica (1.830 m) vigila
desde su alta atalaya. Hacia el norte los espectaculares Tajos del Sol (Alto de
las Minas) (1.686 m), excelente mirador hacía el valle del río Chillar,
conectan por una cornisa casi vertical con el Nido del Buitre (1.544 m).
Los
Tajos del Sol enlazan con los Tajos del Almendrón por el Collado de la Mina de
la Buena Fe (1.372 m). En este cruce de senderos (1.370 m – 15:02 h – 5,52 km –
3:07 h) tomamos izquierda, dirección sur. Bordeamos los Tajos del Almendrón por
su cara oriental hasta encontrar una trocha que asciende con vertiginosa
rapidez hacia la cuerda culminar. Para alcanzar la cumbre hay que
atravesar
toda la arista de los Tajos, en parte es muy aérea, no apta para gente con
vértigo. La misma cumbre es una sencilla gran roca piramidal donde no hay
espacio para mantenerse de pie. En cambio las vistas son muy espectaculares
(1.514 m – 15:45 h – 5,94 km – 3:50 h). Por poniente se desploma en vertiginoso
y vertical
precipicio la ladera rocosa del Almendrón hasta la hoya del Chillar,
un maravilloso valle del cual podemos disfrutar unos pocos minutos. Las nubes
se acumulan en
las laderas, ascienden por los collados ocultando temporalmente
las vistas. La humedad reinante en forma de nieblas y nubes bajas ocultan el
cercano mediterráneo, lo intuimos, casi lo olemos aunque sin verlo.
En la misma cumbre paramos a comer a buen
rececho de los frescos y húmedos vientos. Tras una parada de unos 45 minutos
descendemos del Almendrón. Hay
que volver a atravesar la arista, ahora con más
cuidado si cabe, y retomar el sendero que dejamos a media ladera. La ruta
continua bordeando los Tajos, con rapidez alcanzamos la base del Almendrín
(1.245 m – 17:20 h – 7,09 km – 5:25 h).
Es espectacular aunque la entrada de
niebla nos dispone a no parar para nada. Tras cruzar La Puerta, descendemos con
rapidez por la Cuesta de los Galgos entre una espesa vegetación de aulagas,
romeros, enebros y jaras. La tarde se nos echa encima, las negras nubes cubren
el amenazante cielo. Alcanzamos la pista (670 m – 18:30 h – 10,14 km – 6:35 m)
que plácidamente nos devuelve hasta el paraje del Pinarillo, donde nos espera
nuestro vehículo (19:07 h – 13,05 km – 7:14 h)
Los datos finales son como sigue:
Distancia total recorrida: 13,05 km
Tiempo total empleado: 7:14 h
Tiempo en movimiento: 3:45 h
Tiempo parados: 3,30 h
Desnivel total acumulado: 1.087 m
Velocidad media en movimiento: 3,3 km/h
Podéis bajar esta ruta para gps desde wikiloc
en el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2153747
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=2153747
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