Caminando por el Alto Atlas. El Toubkal
El
Trekking: Tizi Oussem – Refugio Lepiney (Parte IV)
Tizi
Oussem (1.850 m): Nos despertamos con suavidad después de haber descansado
magníficamente, hemos estado muy cálidos en nuestros buenos sacos de invierno,
que nos han venido de perlas. Además, hemos disfrutado de una amplia cama con
un magnífico
colchón. A través de una pequeña ventana (sin cristal) ojeamos el
paisaje. Podemos ver los
techos planos de las míseras casitas del pueblecito
que son muy similares a los “terraos” de las casas de los pueblos de Las
Alpujarras. En esta nublada y fría mañana aparecen cubiertos por una fina capa
de nieve, aunque ahora sólo llueve.
Sobre
las 8:00 h subimos al desayuno. Nos quedamos admirados por lo completo: café y
té calientes, leche, zumos, galletas, mantequilla, mermelada, pan. Comemos con
deleite mientras charlamos todos los compañeros. El tiempo es el principal tema
de conversación. En el exterior una fina lluvia acompaña a un encapotado día de
espesa y persistente niebla. El frío no es demasiado intenso pero la gran
humedad hace que penetre entre los entresijos de la ropa.
Al
terminar el desayuno nos reunimos para saber las últimas novedades. Nos
informan que esta pasada noche ha estado nevando en las cotas altas. La nevada
ha sido copiosa y para hoy se espera una jornada aún peor. Las previsiones son de
nieve todo el día.
Algunos
de los compañeros del grupo piensan que sería más adecuado volver hasta Imlil y
desde allí tomar el camino tradicional hasta el refugio de Mouflons. La otra
propuesta es seguir con el plan trazado, es decir, subir hoy hasta el refugio
de la Tazarhart o Lepiney y al día siguiente llegar hasta el refugio de
Mouflons. Después de un corto pero intenso debate la mayoría decide seguir con
el plan inicial (ir a Lepiney según lo previsto). Tenemos otro
contratiempo;
debido a la cantidad de nieve, los mulos no podrán seguirnos hasta el refugio
Lepiney, cargarán el resto del equipaje e irán directamente al refugio de Mouflons donde nos esperarán. Nosotros nos vemos pues con la obligación de portear cada uno con el equipo necesario para pasar los siguientes dos días. Será un peso añadido con el que
no contábamos pero es de obligado cumplimiento.
A
pesar de seleccionar solamente el material y la ropa que creemos nos será
imprescindible, la mochila aumenta mucho de peso y surgen algunas tímidas
quejas pero es lo que hay…
Sobre
las 9:30 h estamos todos preparados para iniciar el camino. La lluvia no ha
parado en todo este tiempo y embozados en nuestros chubasqueros o capas
partimos camino de la Tazarhart/Lepiney. Remontamos un sendero bordeado por una
acequia y rodeado de nogales y cerezos. Cuando salimos de la influencia de la
aldea desaparecen los pequeños bancales de cultivo y reaparece el abierto
bosque de centenarias sabinas con genistas acompañados del típico matorral
espinoso de la alta montaña “mediterránea”. Seguimos
ascendiendo perezosamente
al tiempo que la lluvia se convierte en nieve y el paisaje se va tornando
blanco, primero a rodales, después como una fina capa y finalmente como un
grueso manto que cubre todo el horizonte. La espesa niebla impide ver la grandiosidad
del entorno. Las viejas sabinas arquean sus robustas ramas vencidas por el peso
de la nieve.
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
El panorama se parece a un inmenso mar blanco donde sobresalen
como quietas olas congeladas las ondulaciones generadas por el matorral. Al
alcanzar la cota 2.400, el
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
sendero empieza a bajar suavemente hasta desembocar
en un amplio valle en cuyo fondo
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
vemos el refugio Azib Tamsoult. Se trata de
una larga construcción situada entre la confluencia de los barrancos Assif
n’Timellite y Assif n’Ouarzane. Inicialmente deberíamos parar en este refugio
para almorzar, pero las pésimas condiciones climatológicas obligan a obviar
esta parada e intentar llegar lo antes posible hasta el refugio de la
Tazarhart/Lepiney.
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
La niebla se va espesando por momentos, la nevada se
intensifica mientras vamos alcanzando el refugio de Azib Tamsoult. Una vez
pasado y en un recodo nos detenemos para agrupar a la gente. La vereda prosigue
a través de la garganta del Assif n’Ouarzane.
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
Remonta dicha garganta
serpenteando al borde de un riachuelo, zigzagueando entre los
contrafuertes
orientales por donde vamos ganando altura con rapidez. En un recodo apenas
podemos ver entre la espesa niebla las cascadas de Irhoulidene. Lástima que de
ningún
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
modo podemos apreciar la majestuosidad de su alta caída. Apresuradamente
seguimos ascendiendo entre la cada vez más compacta niebla, apenas vemos más
allá de cinco
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
metros. Los compañeros se pierden entre la neblinosa cortina
aunque el sendero todavía resulta fácil de seguir. Poco a poco sorteamos los recodos
de un camino muy empinado con
la dificultad añadida de la espesa capa de nieve
que ya cubre el suelo a casi 2.800 m. Una pequeña vaguada nos da un respiro, la densa bruma parece darnos una tregua y la nevada ceja en su empeño. Después de
un último recodo por fin divisamos la oscura silueta del Refugio de la
Tazarhardt. ¡Por fin!
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
Las
sonrisas aparecen en nuestros rostros, la tensión se mitiga y los parabienes
corren entre los compañeros. Aunque no se ve prácticamente nada, hacia el fondo
medio divisamos una gran cascada semi congelada que desciende entre el
Biiguinnoussene (4.002 m) y el Talat n’Ifri (3.980 m).
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
Entramos
en el refugio y nos acomodamos. Son aproximadamente las 15:30 h, hemos estado
unas 6 h seguidas marchando y estamos agotados.
El
refugio de la Tazarhart o Lepiney es una maciza construcción de pequeño tamaño
en varias alturas. La planta baja tiene unos fogones (sólo para cocinar) y una
gran mesa con largos bancos. En el lateral se pueden acomodar unas 2 personas
para dormir. Un altillo intermedio puede alojar a otras cinco o seis personas y
arriba, una gran habitació a la que se accede por una vertical
escalera, alberga bastante bien a unas 16 personas. En
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
el exterior está el
servicio; el consabido agujero en el suelo. Aunque la edificación carece de
calefacción no notamos el frío. Las 19 personas que componemos el grupo (14
expedicionarios, 2 guías y tres cocineros-porteadores) generamos suficiente
calor para estar muy cómodos.
Milagrosamente, en un abrir
y cerrar de ojos, los cocineros han preparado una abundante comida a base de
una especie de sopa de verduras (harira), arroz y verduras hervidas y trozos de
carne (oveja, creo) también hervida. Nos sabe a gloria y entre risas y charlas
nos preparamos para pasar lo mejor posible la larga tarde, mientras en el
exterior la nevada se recrudece.
clicar sobre esta imagen para verla ampliada
... Continua ... Ver siguiente: Parte V
Texto y Fotografías: Arielle & Enric
No hay comentarios:
Publicar un comentario