viernes, 2 de marzo de 2012

La Cueva del Agua



 
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Hace unas semanas, comentando con gente del Club de Montaña “Elimán” de Frigiliana la dificultad de hacer una travesía de varios días por la Sierra de Almijara por la escasez de lugares donde abastecerse de agua, nos comentaron que cerca de Los Tajos del Sol existe una pequeña oquedad con agua todo el año, donde poder abastecerse en momentos de apuro. ¡Había que investigarlo! Así que el 28 de febrero, día de Andalucía, salimos  con el objetivo de hallar la Cueva del agua.

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Queríamos dejar el coche en “El Pinarillo” pero el carril está en bastante mal estado y cuando, a 1 km más o menos después de haber pasado La Cueva de Nerja, el coche se cala por tercera vez dijo Arielle; “Se acabó, nos vamos andando” (esto nos añade unos cuantos kilómetros de más al recorrido).


Como casi siempre llegamos más tarde de lo previsto, dejamos el coche en el lateral de la pista y empezamos a caminar disfrutando del frescor de la mañana. Ambos hemos cogido la costumbre de “volar” literalmente hablando cuando vamos por pistas, máxime cuando el lugar lo conocemos de sobra, así que en un abrir y cerrar de ojos recorremos los casi 4 km que nos separan de “El Pinarillo”. La humedad ambiental en este cerrado día nos está


haciendo sudar más de lo previsto. Tras una breve parada para adecuar nuestra vestimenta al plomizo día continuamos hacia la Fuente del Esparto. Pronto empieza a engullirnos una


densa y espesa niebla. La larga subida hacía el Collado de la Puerta, la hacemos envueltos


entre oscuras nubes, mucha humedad y poca visibilidad. La velocidad con la que subimos,


hace que sudemos la gota gorda. Al llegar al Collado de la Terriza, la niebla parece estar


perdiendo poco a poco la batalla contra los rayos de sol. A pesar de ello todavía estamos en medio de la “nada”, ni siquiera el profundo Barranco de Cazadores se divisa a nuestros pies. Ascendemos hasta el Collado de La Puerta entre procesiones de viajeras nubes. En el

 
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mismo collado paramos para tomar algo, llevamos ya casi 9 kilómetros a buen paso. Desde


aquí deberíamos ver la imponente pirámide pétrea de la Torre del Almendrón justo delante nuestro, pero un tupido manto blanco cubre todo el horizonte. De pronto y ante nuestros

 
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ojos, en un claro entre tinieblas, aparecen las cimas del Almendrín y el Almendrón en toda su grandiosidad.


Tras tomar unos frutos secos y aprovechar para inmortalizar efímeros momentos (nunca habíamos visto este espectacular juego de los rayos del sol con la niebla) seguimos. Según


vamos subiendo, la niebla va quedando por debajo y vemos todo el barranco de Cazadores relleno con un mar de nubes.


Traspasamos el Almendrón, bajamos al Collado de la Mina de la Buena Fe y empezamos a

 
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ascender hacia el Nido de Buitre. Cerca de su cumbre ya tenemos una visión completa de

 
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los Tajos del Sol. A nuestro frente vemos el largo muro pétreo donde nos han indicado que está la cueva y con los prismáticos oteamos la ladera en busca de un indicio de abertura.


Podemos distinguir claramente una mancha negra que podría ser una cueva, justamente delante de nosotros, parece que está a la misma altura a que nos encontramos (1.560 m) y decidimos ir a investigar. Desde aquí ya no hay sendero evidente, tendremos que ir por intuición salvando la espesa vegetación y los desniveles; nos separamos y cada uno intenta seguir su instinto para llegar a donde adivinamos que puede estar. A veces, las encinas impiden el paso y hay que rodearlas, otras veces sorteamos pasos muy inclinados de incómodas piedras sueltas, pero llegamos sin problema. Estábamos en lo cierto; lo que


divisamos desde lo lejos es la cueva que estamos buscando. La entrada no es muy grande y enseguida se inclina hacía abajo unos dos metros, hay que entrar casi a rastras. Hemos


traído un frontal pero, al estar la superficie acuosa completamente quieta y transparente, no vemos el agua hasta que casi nos caemos dentro. Pero si, allí está, un abrevadero de transparente y pura agua en el interior de un recoveco rocoso. Aunque siempre va a coger a trasmano de cualquier sendero, en un apuro puede venir bien saber de su existencia y ubicación.


Desde la misma entrada de la cueva y un poco por abajo, hemos visto algo que se parecía a una construcción. Decidimos ir a comprobarlo. Efectivamente es una pequeña edificación rectangular construida aprovechando un saliente en la pared. Está formada por tres gruesos muros de piedras en escalera que se apoyan sobre la roca madre, más bien parece un lugar donde pernoctar. ¿Será la “Mina de la Cruz” que sale en nuestro mapa a unos 200 metros de aquí? No tenemos ni idea lo que puede ser ni para lo que servía. Especulamos que fuera el lugar donde descansaban los trabajadores de la Mina y, siguiendo las indicaciones de


nuestro mapa, procedemos a la búsqueda de la dichosa mina. No la encontramos aunque está indicada en el mapa, así que decidimos dar por finalizada esta pequeña investigación (el tiempo se nos echa encima), al menos con la satisfacción de haber encontrado el agua.


Emprendemos el regreso bajando por la empinada torrentera que constituye el Barranco de la Charca. Destrepamos con mucho cuidado por entre grandes rocas y piedras sueltas. La inclinación del barranco hace que en poco recorrido bajemos muchos metros. Pronto

 
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desembocamos en el Barranco de Cazadores donde nos vuelve a recibir la densa niebla que

 
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no se ha disipado en todo el día. El resto del camino de vuelta nos es de sobra conocido así que, sin apenas parar, volvemos hasta el Pinarillo por la vereda de las Minas, atravesando


las húmedas nubes que cubren el escarpado barranco. Ya en la pista volvemos a “volar” a un ritmo muy ligero. Entre el cielo cubierto y la llegada de la noche la luz pierde intensidad y llegamos hasta el vehículo casi a oscuras entre charlas de nuevas excursiones.

 
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Texto y Fotografías: Arielle & Enric
Podéis bajar la ruta para gps en el siguiente enlace:

Por unos errores técnicos no disponemos de muchos de los datos que habitualmente facilitamos sobre el recorrido de la ruta, aunque los más relevante si os lo podemos facilitar:
Distancia total recorrida: 21,84 km
Desnivel positivo: 1.576 m
El tiempo empleado fue de unas nueve horas aproximadamente.



4 comentarios:

  1. Kike Herranz2/3/12, 14:11

    Buena ruta y bien explicada, debia ser interesante el descubrir donde se encuentra esa mina y tambien apasionante el descubrir la gruta, a buen seguro escondite de bandoleros en la epoca del Pernales, me gusta gracias, buenas fotos. kike

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  2. Pues sí que resulta útil saber de esa fuente de agua, aunque el lugar quede un poquillo a trasmano de las rutas principales...
    Las fotos con la niebla son dignas de una película de Harry Potter, qué bonitas!

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  3. Es preciós,
    els fotos i el texte
    una meravellosa natura

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  4. Preciosas las fotos, la explicación, y la ruta.
    Es bueno saber que el agua esta ahi y la localización de la cueva.

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